viernes, 26 de junio de 2009

UNA REFORMA POLITICA INTEGRAL

El Congreso de la República cada periodo legislativo intenta reformar las costumbres políticas del país en la búsqueda de una cultura donde el voto se de a conciencia y no como una prebenda individual, contrario a lo que muchos augureros pregonan el Congreso se ha dado la pela en diversas iniciativas, varias de ellas impulsadas por una opinión pública que cada vez tiene más protagonismo y exigen como se decía en el viejo adagio romano “la mujer del cesar no solo debe ser pulcra sino aparentar serlo también”. Reformas que en ocasiones dejan al sector legislativo maniatado y que a juicio de muchos de nosotros no da igualdad en los poderes y por ende genera una dependencia frente al poder ejecutivo e incluso en ocasiones de intimidación al poder judicial. El equilibrio de los poderes garantiza el ejercicio pleno de nuestro sistema democrático y garantiza que los pesos y contrapesos mantengan el equilibrio en la búsqueda de la igualdad frente a la vida.

Claro está también, nuestro Congreso como todo sistema es reacio al cambio, le tiene miedo a lo desconocido y le encanta el status quo, por ello toda reforma trae contrarreformas y regreso a los viejos sistemas donde el voto era amarrado y el apoyo supedito a auxilios parlamentarios, por ello hemos sentido en los últimos días intentos de eliminar la fuerza de las bancadas como mecanismo para debilitar los partidos políticos y, aunque de boca hacia fuera muestren su impulso a la misma, la presentación de iniciativas como el transfuguismo político que permite cambiar de partidos por dos meses después de aprobada la reforma demuestra que para algunos el partido político es un boleto de avión para alcanzar sus objetivos y no una guía de ruta para conducir al país; iniciativas nacidas en el Senado que permitía el “sancocho electoral”; para volver a las viejas practicas y facilitar las alianzas por encima de los partidos significa que aun hay francotiradores del sistema anterior listos a apostarle el derrumbamiento de todo lo alcanzado, claro lo anterior acompañado del referendo reeleccionista que vuelve los gobiernos democráticos en ejercicio permanente de la acción electoral, no dejando tiempo para planear y ni tranquilidad para la toma de decisiones.

El país no puede cambiar su ruta y mantener actualizado su sistema electoral, si en realidad, que aún lo dudo, una gran parte de nuestra población está interesado en la perpetuación del poder en cabeza de un hombre, que a mi humilde juicio lo que empotra es una dictadura democrática; pues debemos empezar a hablar del transito del sistema presidencial nuestro a una sistema parlamentario como ocurre en España o Inglaterra para citar dos ejemplo conocidos y donde de cierta forma se garantiza la independencia de los poderes, igual si reconocemos, sin ambigüedad ni doble moral, que los alcaldes y gobernadores, como el presidente, hacen política hasta el ultimo día de su ejercicio pues permitamos la discusión de su reelección con reglas claras al tiempo que le permitamos a todos los actores políticos del país, concejales, diputados y congresistas que puedan aspirar a los diferentes cargos sin importar el cruce de periodos y sin necesidad de renunciar a sus curules hasta tanto no inicie el nuevo periodo para el cual fueron elegidos como ocurre en democracias como la estadounidense.

Las anteriores ideas quedan planteadas para futuros debates cuando el ambiente reeleccionista regrese a su justa realidad, siempre van a ver reformas, algunos buscando regresar al pasado, otros apostándole a una democracia donde el elector decida con base en su futuro y no dependiendo del subsidio del presente.



Juan Carlos Valencia Montoya
Representante a la Cámara

lunes, 15 de junio de 2009

SOTO Y VALENCIA, VIDAS PARALELAS - El diario del Otún


El uribista Carlos Enrique Soto Jaramillo, y el liberal Juan Carlos Valencia Montoya, dos dirigentes de base que, guardando las proporciones, como candidatos oficiales por Risaralda de los partidos mayoritarios de extracción liberal están en camino de llegar al máximo recinto de la democracia, el Senado de la República, en un proceso de “vidas paralelas”, aunque estén en bandos contrarios.
Se trata de dos dirigentes que han hecho una carrera política que va en ascenso, pasando por casi todas las corporaciones públicas, en algunas ocasiones en el mismo “bando”, en los procesos electorales locales, y en ocasiones en bandos contrarios, y en relación con el Gobierno Nacional, uno de los afectos del uribismo y otro de la oposición.
Se trata de dos vidas paralelas en la política local, trabajadores de base, hechos a pulso y a punto de alcanzar el máximo honor en la política, así el Congreso en términos generales esté desprestigiado.AntecedentesA nivel local, en las tres últimas elecciones locales mientras Soto Jaramillo ha ganado los procesos con los tres últimos alcaldes de Pereira, Martha Elena Bedoya, Juan Manuel Arango e Israel Londoño; Valencia Montoya con la primera y el último perdió y quedó en la oposición, mientras que hizo parte de la coalición con la que ganó Arango Vélez, siendo protagonista de primera línea.
En la última elección de Cámara de Representantes, en la que los dos ganaron obteniendo las respectivas curules, los dos contaron con el apoyo del alcalde, aunque Valencia Montoya fue el más favorecido.
En las procesos electorales de Gobernación, Soto Jaramillo ganó con Elsa Gladys Cifuentes y Víctor Manuel Tamayo, y perdió con Carlos Botero; mientras que Valencia Montoya perdió con los tres, con Elsa Gladys Cifuentes, con Carlos Botero y con Víctor Manuel Tamayo.En lo nacional, mientras Soto Jaramillo acompañó las dos elecciones de Álvaro Uribe Vélez; Valencia Montoya perdió las dos con Horacio Serpa.
Pero a título personal, los dos llevan una trayectoria similar aunque con una diferencia, si bien Soto Jaramillo estuvo en la Asamblea Departamental y Valencia Montoya no, éste último estuvo en el Ejecutivo desempeñando un cargo directivo, en el que no ha estado el primero.ValenciaJuan Carlos Valencia Montoya es administrador de Empresas de profesión, de la Universidad Católica Popular de Risaralda, y un destacado dirigente comunitario de la Comuna del Río en Pereira.
Su trayectoria la arrancó como presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Santa Teresita y presidente de la Comuna del Río Otún, fue elegido como concejal de Pereira durante 4 períodos consecutivos, arrancando en el año 1995 y hasta el año 2003, cuando renunció para ser el jefe de debate del entonces candidato a la Alcaldía de Pereira, Juan Manuel Arango Vélez.
Luego se desempeñó como gerente general de la Empresa de Energía de Pereira durante un año y tres meses, cuando renunció para iniciar su campaña a la Cámara de Representantes, curul que obtuvo para el período 2006-2010.
Ahora es el candidato oficial del Partido Liberal para el Senado de la República en representación de Risaralda, contando con el respaldo del actual senador Germán Aguirre, del ex alcalde de Pereira Juan Manuel Arango, del ex gobernador de Risaralda Carlos Alberto Botero, de los ex concejales de Pereira y los candidatos a la Cámara Vivian Johanna López y Eduardo Cardona Mora, entre otros.
El Partido Liberal tiene la bancada mayoritaria de la oposición al gobierno del presidente Uribe.Soto JaramilloCarlos Enrique Soto Jaramillo, además de ser empleado del Hospital Universitario San Jorge de Pereira, arrancó como comunero de la ciudad.
Fue concejal de Pereira como suplente en el período 1988-1990, y para el período 1990-1992 obtuvo la mejor votación, logrando que su suplente, el que posteriormente se convirtió en el alcalde de Pereira en dos oportunidades, Juan Manuel Arango Vélez, llegara por primera vez al cabildo local.
Como diputado de Risaralda estuvo en tres períodos, en el de 1992-1994, en el de 1995-1997 y el de 1998-2000.
Lleva dos periodos en la Cámara de Representantes, siendo elegido para el período 2002-2006 y 2006-2010.
Ahora es el candidato al Senado por Risaralda en el Partido de La U, colectividad que respalda de manera irrestricta al presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, y que le está apostando a su segunda reelección.
El Partido de La U, además de ser la base del uribismo en el país, es la colectividad con la bancada mayoritaria en el Congreso de la República.

Otras cartas de Risaralda- Aunque Juan Carlos Valencia por el Partido Liberal y Carlos Enrique Soto Jaramillo del Partido de La U, son dos de las cartas de Risaralda para la elección de Senado de la República en marzo de 2010, por ahora, hay otras posibilidades también para los electores en esta parte del país, aunque es uno más de extracción liberal, dos conservadores y una del Polo.- De origen liberal, el hermano del ex senador Habib Merheg Marún, el empresario Samy Merheg.- De origen conservador están el ex concejal de Pereira, Iván Naranjo Salazar; y la actual senadora y ex gobernadora de Risaralda, Elsa Gladys Cifuentes Aranzazu.- De origen de izquierda, militando en el Polo Democrático Alternativo, Gloria Inés Ramírez.- Aunque obviamente hay quienes tienen sus afectos con senadores de afuera de Risaralda, los de la tierra, por ahora son los 5 que están ya en el escenario, y que se convierten en los que se disputan los votos de los risaraldenses.

miércoles, 3 de junio de 2009

PREOCUPANTE SITUACIÓN SE PRESENTA EN LA CÁRCEL DE PEREIRA LA 40


El representante a la Cámara por Risaralda, Juan Carlos Valencia Montoya, manifestó su preocupación por la precaria situación de los internos de la cárcel La 40, “no es posible que de los 1.004 internos que hay, 365 no tienen donde dormir de una manera digna ya que las cifras demuestran que el hacinamiento de la reclusión es del 57%”.

Anunció que va a hacer un seguimiento permanente al Sistema Penitenciario y Carcelario del Departamento y visitas periódicas a las reclusiones, para escuchar de primera mano las necesidades de los internos.

“Voy a demostrarle a los internos y a sus sufridas familias, que no están solos en el drama que están atravesando, en el Congreso de la República tienen un amigo que como risaraldense siente el dolor de su gente. Los internos, así muy posiblemente hallan cometido errores en el pasado, aún siguen siendo ciudadanos colombianos que merecen ser tratados con respeto a su dignidad humana, a demás necesitan una segunda oportunidad; el Estado debe brindarles posibilidades para que se integren de nuevo a la sociedad” afirma el representante.

Valencia Montoya también indicó, que de los mil 4 internos, sólo 482 están condenados. A demás expresó su voluntad de apoyar a los 522 internos que en su condición de sindicados que observan con impaciencia cómo pasan los días sin que se resuelva su situación jurídica, aseguró que “la justicia lenta, no es una verdadera justicia”.

También señaló que conoce las necesidades y angustias de la guardia del INPEC sobre este tema afirmó que estará vigilante frente a los compromisos del Gobierno Nacional de retirar el Proyecto de Ley 018 que pretende tercerizar el servicio de la guardia, de llenar las casi 3 mil vacantes existentes en la actualidad y de vincular los cerca de 5.000 guardias para atender los requerimientos de los 11 proyectos penitenciarios nuevos, “La guardia del INPEC maneja una sobrecarga laboral, vive una situación de estrés y bajos salarios, quizás como ninguna otra entidad del Estado, también es necesario exigirle al Gobierno nacional un mayor compromiso para mejorar la calidad de vida de esta importante fuerza laboral” concluyo el representante Liberal.