CRISIS ECONÓMICA EN EL PAÍS

CRISIS ECONOMÍCA Y MAYORES TRIBUTOS: PETARDO AL EMPLEO

Por: Juan Carlos Valencia M. Pereira, abril de 2008

Después de muchos debates el gobierno nacional acepto que el país no estaba blindado frente a la crisis internacional, lástima que para ello tuvo que evidenciar que el déficit presupuestal del país para el 2.009 asciende a 1,3 billones de pesos, y el déficit fiscal de la nación supera los 5 billones, unido a lo anterior un desempleo que supera los dos dígitos y un crecimiento de 2.5% para el 2.008 y el esperado en el 2.010 es de menos de un 1%. No voy a culpar de esta crisis al gobierno nacional, son efectos del coletazo mundial pero, si llamo la atención por la tardía aceptación de los hechos dado que gran parte de su discurso público estaba cifrado en lo que ellos denominan la confianza inversionista, la cual siempre mostraron como la varita mágica que logró el milagro económico en Colombia, nunca el gobierno reconoció que el crecimiento importante del país durante los años anteriores se debió a la bonanza mundial y ahora si deben reconocer que la crisis se debe a fenómenos exógenos.

Una vez reconocida la crisis, no queda más que actuar frente a ella, no dejarnos llevar por el pánico y adoptar medidas de protección y fomento al empleo productivo, el gobierno debe reducir gastos inoficiosos y dedicar su atención a las obras de infraestructura que dinamicen la economía, a veces los problemas son oportunidades para los optimistas y para ello necesitamos una alta dosis de creatividad.

Lo que no queda bien, es pensar en aumentar los impuestos en estos momentos, si nuestros analistas económicos sostienen que se reducirá la compra por parte de los consumidores, que las empresas bajarán la producción para no tener stock altos y buscarán minimizar sus costos, como pensamos mantener el empleo o evitar su caída drástica aumentando los tributos de los ciudadanos, lo anterior lo comento bajo el proyecto que anda en las oficinas del gobierno central que plantea una reforma tributaria para las regiones bajo la afirmación cierta que sus ingresos no compensan sus competencias; pero pensar en aumentar los impuestos sobre los vehículos, al consumo de licores, cigarrillo y tabacos, el impuesto de registros, de industria y comercio unificado; no es el mejor mensaje para el sector productivo del país.

Al gobierno se le fueron las luces con las transfencias, iban por lana y resultaron trasquilados, el recorte a las mismas implica que en época de crisis no pueden mermar sus giros, todo fue planificado bajo una perspectiva de crecimiento y por tanto un mayor ahorro a la nación, fallaron una vez más sus planificadores e intentan corregir el error aumentando los ingresos de sus territorios, loable misión, errado el camino; no es más tributos sino mejores transferencias, más efectividad en el gasto público, menos centralismo, menos consejos comunales que aumentan los compromisos y mejor cumplir las viejas deudas electorales y devolverle a los territorios su autonomía que en los últimos seis años les han castrado con complicidad de un sector amplio del Congreso de la República.