martes, 13 de mayo de 2008

LA SUR - SUR, UNA HISTORIA DE NUNCA ACABAR

Ya los pereiranos perdimos la cuenta de cuantas veces se ha incluido o excluido la denominada vía alterna Sur - Sur dentro de la autopista del café, no voy a despotricar de cómo va de atrasada la autopista a pesar de que pagamos uno de los peajes más costosos de Colombia, bien que mal la obra va y lo que debemos impulsar es la terminación de la avenida del ferrocarril en Dosquebradas y que de una vez por todas se nos informe si la avenida Los Molinos en Dosquebradas reemplaza el par vial Dosquebradas – Santa Rosa donde en la actualidad se presenta un cuello de botella en movilidad.
La pelea que la bancada parlamentaria debe dar es por la inclusión definitiva de la Sur-Sur dentro de la autopista del café, la verdad, Yo, como la gran mayoría de risaraldenses, ya le perdimos la Fe al ministro del Transporte, Andrés Uriel Gallego, quien cada que viene nos envuelve con su lenguaje paisa, pareciendo más a uno de nuestros representantes de la trova que a un alto funcionario encargado de la red vial nacional, cuando incluye la variante, nos habla de la necesidad de un peaje dentro de la ciudad, a lo cual todos debemos responder al unísono con un NO, por que esa vía ya se esta pagando con el peaje del Jordán, luego nos habla que la región compre los predios de la vía pero nunca da cifras y solo indica que los estudios los hace el municipio y para finalizar indica que es mejor la doble calzada punto 30 - terminal, tema que a mi personalmente me apasiona, pero acto seguido indica que la región debe comprar los predios y otra vez caemos en el limbo.
Debemos, y desde esta columna convoco al alcalde de Pereira, al gobernador de Risaralda, a la clase parlamentaria cercana al gobierno Uribe; invitar al Presidente, para que sea él quién se apropie del tema. Desarrollar la autopista del café sin la Sur-Sur implicaría acrecentar el cuello vial que hoy se presenta en la Terminal de Transportes, es masificar una vía que fue construida hace años con visión de ciudad y no de región y ver los trancones formados por las tracto mulas que entran a Pereira con destino a Manizales; la variante le permite a la ciudad evacuar estos vehículos pesados y conectarlos con la variante Chinchiná – la Romelia – el Pollo y así hacer, efectivamente más rápida la autopista del café. Si ello implica ampliar el tiempo de la concesión, creo que el gobierno debería estudiar el tema, para ello el congreso de la república legisló cuando modifico la ley 80, lo que no podemos permitir es construir una vía para que en cuestión de meses quede de reformar.
La autopista del café es un proyecto de integración regional, es tumbar el muro mental que por cuestión de ancestros separó a Caldas de Risaralda, es hablar de ciudad región. Por ello, debe quedar la obra bien hecha, so pena de iniciar nuevas disputas buscando culpables por errores del pasado, cuando a nosotros nos corresponde desde ahora trazar ese futuro.
Juan Carlos Valencia Montoya

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