Cuando los dirigentes se niegan a ver la fuerza de los acontecimientos, estos sin pedir permiso pasan por encima de ellos. Pereira lleva más de una década hablando de la integración aeroportuaria, de lo importante que sería darle a la ciudad la connotación de Ciudad Región, que por ende la tiene, y de los peligros que tenemos como ciudad si continuamos conservando un pequeño aeropuerto que en su momento fue visionario, pero que en la actualidad presenta dificultades. Cada que una voz sale a defender las potencialidades de la integración con Cartago aparecen los agoreros recordando las gestas cívicas que conllevaron a la construcción de nuestro amado Aeropuerto Internacional Matecaña y calificaban de locos querer llevar nuestro aeropuerto hasta Cartago. La anterior administración avanzó en el tema y obtuvo la aprobación del concejo municipal para adelantar las negociaciones de integración pero, la campaña política del momento lo volvió tema de debate y no se supo defender la propuesta en las bases populares, yo siento que fue audaz al indicar que abrir Santa Ana implicaba cerrar Matecaña, esta frase fue catapultada por la oposición para demoler las puertas del desarrollo, incluso una importante dirigencia gremial patrocinaba publicidad en contra del proyecto marcando diferencias con el doctor Luís Carlos Villegas, vocero nacional de esa misma dirigencia
Sé de buenas fuentes que Cartago avanza en el desarrollo del aeropuerto, muchos de sus lideres aún creen que Pereira es el socio ideal pero, están cansados de nuestro tire y afloje y creen que ya es hora de continuar sin nosotros. En los últimos días ha vuelto a mediar en el tema el gobierno nacional, el mismo que durante la administración de Martha Elena Bedoya manifestó que el eje cafetero debía mirar hacia Santa Ana, al mismo tiempo que avalaba un empréstito para Palestina e invertía importantes recursos en el de Armenia. Hoy, el Presidente Álvaro Uribe vuelve y menciona la integración pero esta vez en concesión, no me extraña la afirmación, ella ha sido la política pública de su gobierno. No podemos pasar de agache frente a la invitación de asociar a Armenia, Pereira y Cartago en uno solo y concesionado, debe ser evaluado como un mensaje del alto gobierno, de descuidarnos y no avanzar en la integración los pereiranos podríamos terminar viajando a El Edén en Armenia, a 70 minutos, en lugar de Santa Ana, a 20 minutos. No olvidemos que mientras en Pereira invierte el gobierno nacional tres mil millones de pesos en la pista de aterrizaje, en El Edén la Cifra pasa de los quince mil millones de pesos, y mientras el de Pereira es de la ciudad, El Edén es nacional.
Mucho esta en juego con la integración aeroportuaria, se trata de consolidar un mercado de más de cuatro millones de compradores, es unificar una ciudad región y es definir parejas de baile para el desarrollo futuro del país. Escuché en una conversación anterior, con delegados del gobierno municipal actual, decían que la integración con Santa Ana era políticamente inviable, a lo cual hay que responder que el desarrollo no debe verse como un elemento meramente político. Llegó la hora de tomar decisiones, esta vez no mirando el pasado, a nuestros abuelos les agradecemos la fuerza y el dinamismo que le colocaron a la región, debemos liderar nuevas alianzas y de construir empresas que coadyuden a la construcción de una tierra como todos la soñamos. A mi me gusta la concesión pero una vez queden integrados Matecaña y Santa Ana, sin el Eden, para que con los recursos que en principio son de Matecaña se financie nuestro otro aeropuerto, no pensemos en la carga que movemos, o en los pasajeros que traemos, a estas cifras siempre le aparecerán otras que las contradicen, pensemos en lo que no moveremos o el tiempo de demora de desplazamiento si ello no se hace. Santa Ana espera, pero no por mucho tiempo.
Sé de buenas fuentes que Cartago avanza en el desarrollo del aeropuerto, muchos de sus lideres aún creen que Pereira es el socio ideal pero, están cansados de nuestro tire y afloje y creen que ya es hora de continuar sin nosotros. En los últimos días ha vuelto a mediar en el tema el gobierno nacional, el mismo que durante la administración de Martha Elena Bedoya manifestó que el eje cafetero debía mirar hacia Santa Ana, al mismo tiempo que avalaba un empréstito para Palestina e invertía importantes recursos en el de Armenia. Hoy, el Presidente Álvaro Uribe vuelve y menciona la integración pero esta vez en concesión, no me extraña la afirmación, ella ha sido la política pública de su gobierno. No podemos pasar de agache frente a la invitación de asociar a Armenia, Pereira y Cartago en uno solo y concesionado, debe ser evaluado como un mensaje del alto gobierno, de descuidarnos y no avanzar en la integración los pereiranos podríamos terminar viajando a El Edén en Armenia, a 70 minutos, en lugar de Santa Ana, a 20 minutos. No olvidemos que mientras en Pereira invierte el gobierno nacional tres mil millones de pesos en la pista de aterrizaje, en El Edén la Cifra pasa de los quince mil millones de pesos, y mientras el de Pereira es de la ciudad, El Edén es nacional.
Mucho esta en juego con la integración aeroportuaria, se trata de consolidar un mercado de más de cuatro millones de compradores, es unificar una ciudad región y es definir parejas de baile para el desarrollo futuro del país. Escuché en una conversación anterior, con delegados del gobierno municipal actual, decían que la integración con Santa Ana era políticamente inviable, a lo cual hay que responder que el desarrollo no debe verse como un elemento meramente político. Llegó la hora de tomar decisiones, esta vez no mirando el pasado, a nuestros abuelos les agradecemos la fuerza y el dinamismo que le colocaron a la región, debemos liderar nuevas alianzas y de construir empresas que coadyuden a la construcción de una tierra como todos la soñamos. A mi me gusta la concesión pero una vez queden integrados Matecaña y Santa Ana, sin el Eden, para que con los recursos que en principio son de Matecaña se financie nuestro otro aeropuerto, no pensemos en la carga que movemos, o en los pasajeros que traemos, a estas cifras siempre le aparecerán otras que las contradicen, pensemos en lo que no moveremos o el tiempo de demora de desplazamiento si ello no se hace. Santa Ana espera, pero no por mucho tiempo.
Juan Carlos Valencia Montoya www.camarasocial.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario